Gustos y disgustos de los jóvenes de los diferentes conglomerados barriales sobre Neiva. Apropósito do los 396 años do su fundación

Resumen

Anualmente, la Academia Huilense de Historia nos recuerda los avatares de grupos de hombres extraños frente a las entrañas de estas planicies y colinas, para establecer las bases de un centro de operaciones tendientes a explorar y dominar el sur del Alto Magdalena. La memoria de sus tres fundaciones y su lento
proceso de crecimiento como villorrio, de tránsito a ciudad de refugio, almacena un cúmulo de tradiciones, refrendadas recientemente bajo el neologismo de Neivanidad.

Además de la conmemoración de la fundación definitiva de nuestra ciudad, y de las múltiples significaciones culturales asignadas al mes de mayo, hoy se suman los 40 años del grito pacífico de miles de jóvenes franceses exigiendo derechos como el de existir, no como proyecto de adultos, sino como jóvenes sin más; a voz; a tomar decisiones orientadas por sus propias razones existenciales; a vestirse con los colores del arco iris; a disfrutar de la sexualidad sin el sello de la reproducción; a pararse en la punta del dedo meñique en el extremo superior de las estatuas de gestas heroicas de sus padres y gobernantes. Sus exigencias, paulatinamente fueron apareciendo en las paredes de los edificios a través de frases que aún se recuerdan: “Prohibido prohibir”, “Seamos realistas, pidamos lo imposible", “Amaos los unos sobre los otros”, “Seamos realistas, exijamos lo imposible",